Your browser doesn't support javascript.
loading
Mostrar: 20 | 50 | 100
Resultados 1 - 2 de 2
Filtrar
Mais filtros










Base de dados
Intervalo de ano de publicação
1.
Rev. argent. cardiol ; 88(2): 142-148, mar. 2020. tab, graf
Artigo em Espanhol | LILACS-Express | LILACS | ID: biblio-1250952

RESUMO

RESUMEN Introducción: El síndrome de T3 baja se asocia con niveles elevados de interleucinas y citoquinas circulantes, lo que refuerza la hipótesis de una estrecha relación entre el sistema neuroendocrino y ciertos mecanismos inflamatorios e inmunológicos, involucrados en la insuficiencia cardíaca. Objetivo: Evaluar la evolución de pacientes ingresados por insuficiencia cardíaca descompensada según niveles de T3 al ingreso, y eventos durante la hospitalización y en el seguimiento. Material y métodos: Estudio prospectivo, observacional, analítico de 524 pacientes internados por primera vez con diagnóstico de insuficiencia cardíaca descompensada. Se evaluó la mortalidad intrahospitalaria, y al seguimiento y readmisiones de acuerdo con niveles de T3 normal o disminuida al ingreso. Se excluyeron 91 pacientes con distiroidismo conocido, hipotiroidismo o hipertiroidismo, cirugía tiroidea previa, sepsis o síndrome coronario agudo. Se realizó un análisis de subgrupo de pacientes según recibieran crónicamente amiodarona y se evaluaron variables pronosticas. Resultados: De 433 pacientes analizados, el 40,0% presentaban bajos niveles de T3 (BT3). La edad, albúmina, TFG y edad mayor de 75 años, fueron predictores independientes de BT3. Si bien se observó un aumento en ambos grupos en la adecuación de tratamientos recomendados por las guías, el grupo de BT3 mostró significativamente tasas menores de estos con respecto a aquellos con T3 normal (BT3 vs. NT3: betabloqueantes 81,5% vs. 89,4%, p = 0,02; IECA/ARAII 78,5% vs. 87,9% p <0,001; antialdosterónicos 29,2% vs. 40,5% p = 0,019). La mortalidad hospitalaria fue mayor en BT3 (5,8% vs. 1,5%) sin diferencias en readmisiones o mortalidad en el seguimiento. Del subgrupo de pacientes sin amiodarona al ingreso (353), 37,8% tenían BT3. Se halló que los pacientes de este subgrupo presentaron diferencias significativas en cuanto a mortalidad intrahospitalaria y mortalidad en seguimiento (5,3% en BT3 vs. 0,9% NT3; p = 0,03 y 40,2% vs. 26,6%; p = 0,023), respectivamente. Conclusiones: Los pacientes ingresados por insuficiencia cardíaca descompensada con T3 baja al ingreso representarían un subgrupo de pacientes con enfermedad más grave y peor pronóstico durante la internación.


ABSTRACT Background: Low T3 syndrome is associated with elevated circulating levels of cytokines and interleukins, reinforcing the hypothesis of a close relation between the neuroendocrine system and certain inflammatory and immunological mechanisms involved in heart failure. Objective: To assess the progress of patients admitted for decompensated heart failure according to T3 levels on admission, and events during hospitalization and follow-up. Materials and methods: It was a prospective, observational, analytical study of 524 patients hospitalized for the first time with a diagnosis of decompensated heart failure. In-hospital and follow-up mortality and readmissions were evaluated according to normal or low T3 levels on admission. Ninety-one patients with known dysthyroidism, hypo or hyperthyroidism, previous thyroid surgery, sepsis or acute coronary syndrome were excluded. A subgroup analysis of patients receiving chronic amiodarone therapy was conducted, and prognostic variables were evaluated. Results: Of the 433 patients analyzed, 40.0% had low T3 (LT3) levels. Age, albumin level, age >75 years, and glomerular filtration rate (GFR) were independent predictors of LT3. While adaptation of guideline-recommended treatments increased in both groups, treatment rates in the LT3 group were significantly lower than those in the normal T3 (NT3) group (LT3 vs. NT3: Betablockers 81.5% vs. 89.4%, p=0.02; ACEI/ARA II 78.5% vs. 87.9%, p=0.001; anti-aldosterone agents 29.2% vs. 40.5%; p=0.019). Hospital mortality was higher in the LT3 group (5.8 vs. 1.5%), with no difference in rehospitalizations or mortality rates at follow-up. Of the subgroup of patients without amiodarone on admission (353), 37.8% had LT3. Patients in this subgroup were found to have significant differences in follow-up and in-hospital mortality (5.3% in LT3 vs. 0.9% in NT3, p=0.03, and 40.2% vs. 26.6%, p=0.023) respectively. Conclusions: Decompensated heart failure patients with LT3 on admission would represent a subgroup with more severe disease and worse prognosis during hospitalization.

2.
Rev. argent. cardiol ; 79(2): 168-178, mar.-abr. 2011. graf, tab
Artigo em Espanhol | LILACS | ID: lil-634253

RESUMO

Introducción El sistema de residencias representa en la actualidad el mejor medio reconocido para una formación integral de la especialidad. Las múltiples influencias ejercidas sobre este sistema han llevado a que sufriera diferentes modificaciones a lo largo de los años. Antecedentes El Consejo Argentino de Residentes de Cardiología (CONAREC), desde hace ya 20 años, intenta determinar cuál es la realidad de la situación en que se halla el sistema de residencias. Objetivos Realizar un análisis completo de situación de los cardiólogos en formación de diversos centros del país, abarcando los temas de mayor interés, como son las variables demográficas, la actividad asistencial, la formación académica, los factores de riesgo cardiometabólico y el estado psicológico. Material y métodos Se realizó un estudio descriptivo, observacional y de corte transversal, a través de una encuesta anónima y voluntaria, a 280 residentes de cardiología en el marco de las XXIX Jornadas Interresidencias de Cardiología CONAREC 2009. Se analizaron distintas variables, cualitativas y cuantitativas, relacionadas con aspectos demográficos, académicos, asistenciales, laborales, factores de riesgo cardiometabólico y por último se evaluó, con la encuesta de Maslach Burnout Inventory (MBI), la calidad de vida de los residentes mediante el análisis individual sobre la realización personal, la despersonalización y el agotamiento emocional. Resultados La edad promedio fue de 28 años, el 58% eran hombres, el 81% solteros y el 15% tenía al menos un hijo. El 55% realizaba su residencia en centros de Capital Federal y el 77% en centros privados, de los cuales el 86% tenían sala de hemodinamia y cirugía cardiovascular. El promedio de residentes por centro fue de 8, el 83% tenía jefe de residentes, el 55% instructor de residentes y el 44% tenía un médico de guardia activa. La cantidad de guardias promedio por mes fue de 7; el 50% de los residentes se encontraban en 3.°/4.° año y sólo el 4% tenía horario reducido posguardia. En cuanto a la formación académica semanal, el 77% tenía ateneos clínicos, el 82% clases teóricas y el 56% ateneos bibliográficos. En el aspecto laboral, en cuanto a su relación contractual, el 60% se encontraba con una beca, el 56% recibía una obra social, el 66% tenía una aseguradora de trabajo y el 63% debía realizar un trabajo extrarresidencia para poder mantenerse económicamente. El 33% trabajaba = 80 horas/semana y el 36% dormía = 35 horas/semana. El 55% refirió sentirse frecuentemente defraudado con el trabajo y la mitad de los encuestados manifestaron que se sienten frustrados con el trabajo por lo menos una vez por semana. El 38% sienten, por lo menos una vez por mes, que no les importa lo que les ocurra a las personas que tratan y que sólo 1 de cada 3 residentes cree que consigue diariamente cosas valiosas en su trabajo. Conclusiones En estos últimos 20 años de evolución, el sistema de residencias ha tenido transformaciones significativas en lo que respecta a sus bases formativas, académicas y asistenciales, y se presenta además con una gran heterogeneidad de manifestaciones educativas y laborales a lo largo de todo el país. Hay un porcentaje elevado de centros con residencia que no cumplen con los requerimientos mínimos indispensables para la formación académica y asistencial. Asimismo, se deberían revaluar las condiciones laborales establecidas actualmente en todos los centros de formación.


Background The residency program currently represents the best environment for an integrated training in the specialty. Yet, the program has suffered several modifications due to multiples influences. Background The National Council of Residents in Cardiology (CONAREC, Consejo Argentino de Residentes de Cardiología) has been trying to determine the reality of the residency program situation for 20 years. Objectives To perform a complete analysis of the situation of cardiologists in training in several centers of the country, specially in the most interesting areas, as demographic variables, medical practice, academic background, cardiometabolic risk factors and psychological status. Material and Methods An anonymous and voluntary survey was carried on during the XXIX Cardiology Residencies Conference CONAREC 2009, and the information was used in a descriptive, observational and cross-sectional study. The qualitative and quantitative variables analyzed were related to demographic, academic and labor aspects, medical practice and cardiometabolic factors. The Maslach Burnout Inventory (MBI) was used to evaluate the quality of life of residents with the individual analysis of self-fulfillment, depersonalization and emotional exhaustion. Results Mean age was 28 years, 58% were men; 81% were single and 15% had at least one child. Fifty five percent were at residency programs in the city of Buenos Aires and 77% in private centers, 86% of which had catheterization laboratory and cardiovascular surgery. Each center had an average of 8 residents, 83% had chief of residents, 55% had instructor of residents and 44% of centers had one in-hospital call physician. Residents were available inhospital call for an average of 7 days per month; 50% of residents were on the 3rd or 4th year of residency and only 4% had reduced schedules after in-hospital call. Insofar as the academic background, 77% attended clinical seminars, 82% had theory classes and 56% bibliography forums. Sixty percent had a fellowship, 56% had medical coverage, 66% had occupational risk insurance and 63% had an extra job to improve their income. Thirty three percent worked =80 hours/week and 36% slept =35 hours/week. Fifty five percent were frequently disappointed with the job and half of the survey respondents declared to feel frustrated with the job at least once a week. Thirty eight percent felt that they do not care about what happened to their patients at least once a month, and only 1 out of 3 residents believed that the job gave him/her valuable things. Conclusions During the last 20 years, the residency program has undergone significant changes concerning training and academic aspects and medical practice, and presents great heterogeneity in terms of training and labor issues nationwide. A great number of centers with residency programs do not fulfill the minimum academic background and training in medical practice requirements. In addition, current labor conditions should be evaluated in all centers with residency programs.

SELEÇÃO DE REFERÊNCIAS
DETALHE DA PESQUISA
...